En la actualidad, la mayoría de empresas y negocios necesitan utilizar equipos informáticos para poder llevar a cabo su actividad económica, así como para realizar las tareas básicas de gestión empresarial, como la facturación, contabilidad, marketing digital, atención al cliente, etc.
Cuanto mayor es el número de trabajadores de tu empresa, mayor es la inversión que tienes que realizar en ordenadores, tablets, impresoras, y software de todo tipo, y más importante es alargar la vida útil de tus equipos informáticos para poder amortizar la inversión realizada.
Hasta hace poco tiempo, un ordenador se quedaba obsoleto en unos 2-3 años, pues las mejoras tecnológicas en los equipos se sucedían a un ritmo vertiginoso, y los requerimientos de las nuevas versiones de programas informáticos hacían imposible extender la vida de los equipos.
Sin embargo, esta tendencia ha cambiado bastante en los últimos años, y excepto en el caso de los ordenadores que se utilizan para aplicaciones de máxima exigencia (edición de vídeo, streaming de vídeo, gaming profesional, etc), ya es posible para tu empresa disfrutar de parques informáticos con 5 o más años de antigüedad que permiten trabajar a pleno rendimiento, con el consiguiente ahorro de costes que ello implica.
Si quieres alargar al máximo la vida de los ordenadores de tu empresa, es importante que te asegures de que tanto las acciones de tus empleados en el día a día como tus decisiones estratégicas estén alineadas con una serie de buenas prácticas que contribuyan a conseguir este objetivo.
Los equipos informáticos son como las personas, en el sentido de que si deseamos que duren muchos años es fundamental que lleven un “estilo de vida saludable”, es decir, que sean utilizados con cuidado, siguiendo recomendaciones como por ejemplo:
Un buen mantenimiento preventivo es fundamental para la correcta gestión de tus equipos informáticos, pues permite prevenir la ocurrencia de fallos informáticos y problemas de todo tipo.
Dentro de las tareas de mantenimiento informático preventivo se pueden destacar las siguientes:
Algunas de estas tareas son muy sencillas de llevar a cabo, y las pueden realizar los miembros de tu equipo de trabajo. Otras son acciones más avanzadas, para las que es recomendable que contrates apoyo técnico, con el fin de evitar que se pierdan datos importante o que se produzcan daños en los equipos informáticos durante su manipulación.
Cuando el rendimiento de un ordenador comienza a empeorar, y notas que va muy lento, es importante analizar el motivo por el cual va tan lento. Muchas veces, para que vuelva a funcionar correctamente es suficiente con sustituir o mejorar alguno de sus componentes hardware.
Incluso en situaciones en las que parece que un ordenador está totalmente perdido, pues ni siquiera enciende, puede tratarse de una pieza en concreto y basta con sustituirla por una nueva para repararlo y solucionar el problema.
Los principales componentes hardware que se pueden sustituir o mejorar para alargar la vida de los equipos son los siguientes:
Tarde o temprano, todos los ordenadores y otros equipos informáticos se estropean o sufren fallos informáticos. Estos fallos pueden manifestarse de diversas maneras, como por ejemplo:
Cuando se dan estas situaciones, es muy útil para tu empresa disponer del soporte técnico que proporciona un servicio de mantenimiento informático, pues en la mayoría de los casos el problema se puede solucionar y no es necesario tener que comprar nuevos equipos.
Si el técnico informático detecta que se trata de un problema a nivel de software, puede solucionarlo reinstalando programas, aplicaciones o determinados drivers, mientras que si el fallo informático se debe a un problema técnico con uno de los componentes hardware, se puede proceder a la reparación o sustitución del componente, como hemos explicado arriba.
Hay veces en las cuales el fallo informático es crítico, y no se puede hacer nada para salvar el equipo informático en cuestión. Sin embargo, esto no significa que todos sus componentes estén estropeados.
Por ello, te recomendamos que aunque tengas que deshacerte de los ordenadores que hayan dejado de funcionar, intenta aprovechar las piezas que todavía son útiles, pues éstas pueden ayudarte a alargar la vida útil de otros ordenadores de tu parque informático que sí puedan recuperarse cuando tengan fallos, y no se trate de problemas críticos.